Tag Archives: Dia de la Biblioteca

24 d’octubre, dia de les biblioteques

El 1992, la Biblioteca Nacional de Sarajevo va quedar totalment en ruïnes a causa de l’conflicte bèl·lic dels Balcans. La imatge que va quedar gravada en la memòria va ser la de el músic Vedran Smailovic, tocant el seu violoncel entre les ruïnes de l’bonic edifici. En record d’aquella destrució, el 24 d’octubre se celebra el día de les biblioteques. Us convidem a celebrar aquest día tots les dies i mirant aquest curmetratge de Jason LaMotte, The Library, basat en els seus records i vivències a la seva biblioteca de barri a Houston.

Feliç #Diadelabiblioteca #semprealteucostat #culturasegura

Dia de la Biblioteca 2014

biblioteca-publica-imprescindible

El 24 d’octubre és el Dia de la Biblioteca .
Des de l’any 1997 L’Associació Espanyola d’Amics del Llibre Infantil i Juvenil promou la celebració del Dia de la biblioteca (24 d’octubre).
La celebració d’aquest dia es fa en record de la destrucció de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada el 1992 durant el conflicte balcànic.

bibliomafalda
La iniciativa va néixer per a traslladar a l’opinió pública la importància de la biblioteca com a lloc de trobada dels lectors de totes les edats amb la cultura
i com un instrument de millora de la formació i la convivència humana .

A moltes biblioteques es celebra el dia llegint el pregó que cada any s’encomana a un escriptor. Aquest any el text és de l’Antonio Rodríguez Almodóvar (un homenatge a Ana María Matute ) i la il·lustració és de Carme Solé Vendrell.
día-biblioteca

El text és el següent:

PREGÓN HOMENAJE A ANA MARIA MATUTE

-¡Ana María, despierta!
El príncipe se quedó contemplándola. Era guapa, el pelo negro, los ojos grandes, la boca carnosa. Luego la sacudió suavemente, por un hombro. Insistió: -Vamos, mujer, que ya es hora.
Ana María, solo después de un rato, empezó a moverse. Primero movió un dedo, luego una ceja, luego entreabrió un ojo.
-¿Y tú… quién… eres? –preguntó, no sin gran esfuerzo.
-¡Soy el Príncipe Azul!
-¿El qué?
-El príncipe… ¿No te acuerdas? Tenemos que amarnos.
-¿Es obligatorio?
-Claro, lo manda la tradición.
-¡Pues entonces vete a hacer gárgaras!
Ana María se giró hacia un lado y volvió a dormirse. El príncipe quedó sumamente desconcertado. Se incorporó del filo del lecho y se puso a pasear la estancia.Vio las telarañas del tiempo colgando de los pesados cortinajes, vio a un par de alabarderos durmiendo de pie, la nariz del uno apoyada en la nariz del otro. Vio, o mejor dicho, escucuchó la estridente sinfonía de ronquidos que le llegaban de todas partes de aquel palacio encantado; ronquidos atronadores de guardianes forzudos, ronquidos silbantes de cocineros exquisitos, ronquidos trascendentes de capellanes gordinflones, ronquidos, ronquidos… Como que tuvo que taparse las orejas para no ser víctima de aquel terremoto sónico… y entonces se dio cuenta: ¡el fuego de la chimenea también dormía! Se acercó, aproximó una mano a aquellas llamas petrificadas y quedó ensimismado… Luego de un tiempo incontable, levantó la vista y vio sobre la repisa una hilera de libros. Eran libros de cuentos, los únicos objetos de aquel lugar que no habían acumulado polvo ni telarañas. Con un temblique en el dedo índice de la mano derecha, impropio de todo un príncipe, fue recorriendo los títulos: Cuentos de antaño, de Charles Perrault, Cuentos de los hermanos Grimm,
Cuentos de H. C. Andersen, Cuentos de Ana María Matute… Al leer este último, el corazón empezó a repicarle. Sacó el libro y lo abrió. Al azar fue leyendo: “Todos nos acostamos con el lobo, pero lo que no podemos hacer es confundirlo con la abuelita.” “La infancia es más larga que la vida”. “El que no ama está muerto”.
Justo al acabar esta frase, cesaron los ronquidos y el fuego de la chimenea cobró repentina vitalidad. El príncipe se apartó.
-Eso, ahora ponte a curiosear en mis cosas -oyó a sus espaldas. Levantó un poco más la vista y vio, en el espejo de la chimenea, cómo se incorporaba en su magnífico lecho una dama todavía más magnífica. Casi cien años de edad, el pelo totalmente blanco y la sonrisa totalmente pura. -¿Se puede saber qué día es hoy?
-¿Hoy? -El príncipe no tenía ni la menor idea.
-¡Me acabo de acordar!- Exclamó ella-. ¡Es 24 de octubre, día de la Biblioteca! ¡No te quedes ahí pasmao, que los niños nos están esperando! ¡Vamos, Príncipe Azul, mueve el culo!

Antonio Rodríguez Almodóvar

“Medio Pan y un Libro”

El dimecres  24 d’ octubre celebràvem com cada any el Dia de la Biblioteca: aquesta iniciativa, nascuda el 1997  en record de la destrucció de la Biblioteca de Sarajevo, va sorgir per tal de traslladar a la opinió pública la importància de la Biblioteca en la societat.

Una importància que fa vuitanta un anys ja reivindicava Federico García Lorca, i que encara que sembli mentida després de tants anys, és plenament aplicable als nostres dies.

DISCURS DE FEDERICO GARCÍA LORCA en motiu de la inauguració de la biblioteca del seu poble

Medio Pan y un Libro.

“Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por  eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.”
Locució de Federico García Lorca al Poble de Fuente Vaqueros (Granada). Setembre de  1931.